9 jul 2012

Ideas prácticas para joder al sistema


No te bañes.

Come casi todo lo que te regalen lo más pronto que puedas, que nada sea reserva. Eliminar esta idea de las dádivas hará que nunca creas la ilusión de que el ahorro por sí mismo es suficiente. La idea es eliminar la ética del ahorro como un dogma y mantenerlo como una estrategia.

Sigue haciendo arte.

Saca fotos de estupideces que no le interesen a nadie.

Conserva los empaques, envolturas, vasos, manteles y demás porquerías de cosas que haya en restaurantes de comida rápida. Roba lo que se pueda robar.

No consideres tu nivel de avance sobre otras economías como un éxito. La única economía en una economía es la propia. Los avances son consecuencias lógicas de tu desarrollo, no un comparativo.

Ve caricaturas en la tele.

No sepas diferencias entre salchichas, jamón, quesos, panes, vinos y demás, reduce mentalmente todas las entidades comestibles a una sola cosa. La diferencia en comida es excedente económico convertido en necesidad snob.

Escribe tus notas en el reverso de envolturas, volantes, documentos, secciones en blanco de páginas de revista y demás papeles útiles destinados a la basura.

Ejerce a plenitud los usos tópicos del mercado: compra tus utensilios domésticos en Waldo's, tus muebles en Wal Mart, tu comida en la Central de Abastos, tus elotes a la orilla de la carretera. Nuestra sociedad tiene la extraña idea de que es de mal gusto que distintos componentes de nuestro hogar provengan de distintos sitios. Déjalos que sus sillones vengan del mismo sitio que su vino, tú tienes un ancla liviana en un mar de posibilidades económicas.

Que nadie recicle por ti.

Renueva tu computadora, pero deja tu televisión, tu estéreo o tu celular en sus siglos correspondientes. Hace 15 años tenías los mismos ojos, oídos y boca que hoy.

Algunas voces te dirán que la única opción que queda es hacer arte público, arte en la calle, que sea visto y tocado por los demás. No escuches y quema dichas obras en la noche cuando nadie te vea. Les harás un favor.

Junta material. Las ideas no nacen como maquetas, si no tienes con qué desarrollarlas a la mano, es probable que no lleguen con la velocidad que deberían.

No abras la puerta.

Hacer la cama es un imperativo categórico, pero tener que hacerla y deshacerla todos los días es un residuo económico per se. Busca la manera de que no funcione dentro de esa lógica, como usando una cobija sobre la cama ya hecha. Entre menos tonto te sientas por mas mañanas, menos inútil será tu día.

No le pongas crédito a tu celular. Nunca. Si te suspenden el servicio, te hicieron un favor.

Ve programas de televisión malos.

Ten un archivo para casi todo. Que tu vida domestica sea un archivo gigante.

Las flores te chupan tu vida, tu aire y tus nutrientes. Trata a las flores como lo que son: gastos de la vida urbana.

Muebles usados, ropa usada. Ambas cosas carecen de estilo, como si el tiempo y no los marchantes de pacas fueran quienes los filtran. Vive entre estilos apagados o cosas casi sin estilo y tu vida será %51 más inteligente. Es el quid del éxito del diseño minimalista.

Mantén a los gatos alejados de tu casa.

No está mal que necesites a alguien que desarrolle un servicio, pero si necesitas de alguien que te dirija a otro alguien que desarrolle un servicio, estás viviendo en un excedente económico en forma de casa.

Si hay refill de refresco, úsalo cuantas veces sea necesario. No salgas de ahí sin un vaso lleno.

Contrario a lo que pudiera parecer, la basura que sale en papas y galletas (cupones, estampitas, tatuajes) nunca va a tener un uso práctico. Tíralas en cuanto las tengas en tus manos.

Que tu nivel de análisis y opinión política no se base en encontrar teorías escondidas, como en filosofía. Básalo en el sentido común o en dicotomías simples como "bueno/malvado". Mantén estos criterios en
constante movimiento para no convertirte en un reaccionario o un fundamentalista.

Planea rutas antes de salir, aunque sea para evitar caminar una cuadra de más. Por sobre todas las cosas, evita sentirte tonto en tu andar en la calle, ahí radica el 50% de tu experiencia urbana.

Háblale a la tele.

Usa Internet como si fuera la tele: no pretendas ver toda la obra de Vito Acconci el mismo día o buscar en PDF todos los libros de Deleuze que quisiste leer en la universidad.

No bajes más discos de los que puedes escuchar. Elimina canciones que no escuches.

Dicta conferencias mentales en voz alta.

Mantente informado de los nombres de los actores y estrellas de la TV
y agradece no necesitar dicha información. Aunque no lo parezca,
contar con esa información hará la diferencia.

Da por hecha la estupidez y la ineficacia del prójimo.


Ten un recorte de alguna revista donde salga Thomas Hirschhon pegada
en la pared.




3 comentarios:

sirako dijo...

este post debería llamarse "Como convertirse en Bob" pero está padre.

Mario Vela dijo...

Bob. Eres un Genio.

Bob dijo...

Se me olvidó la parte de ir a gorronear muestras gratis en el Soriana…