6 nov 2010

post muy chiquito pero hecho con amor que da cuenta de mis últimos días

Estos últimos días han sido agitados, aun cuando sigo en mi encierro.

Últimamente debo estar más a menudo en internet, específicamente en MSN. Odio usar la computadora, creo que ya no puedo aguantar mi medievalismo informático.

Me seleccionaron para la Bienal de Artemergente otra vez. Tuve que ir a enmarcar, pagar estafeta, enviar instrucciones de montaje. Curiosamente, encerrarme en mi cuarto a trabajar en piezas difíciles no me preocupa, pero hacer cosas de artista pero fastidiosas como esas me ponen muy nervioso. La expo es en el Fundidora, en la Nave Generadores. Si algún regiomontano lee esto, vaya a verla. Está del 25 de Noviembre al 27 de Marzo. Yo voy a ir a la inauguración, si alguien quiere un torneo de fuercitas DF-MTY.

Aún en el rubro de 'pequeños logros artísticos', me seleccionaron en una página de artistas emergentes. El chistecito incluía que me sacaran unas fotos para mi semblanza. Sí, unas fotos de mí. Tuve que verme con una fotógrafa a medio día en el centro. Era una chica agradable, y demasiado buena haciendo lo que hacía. Logró que me divirtiera y creo que hasta salí guapo. Ella me decía: "A ver, camina hacia mí, pero no me veas; o ok, voltea, ahora mírame sin mover la cabeza". Lo mejor fue cuando me decía que sonriera. No podía. Soy como el señor Burns con las fotos: no me sale. Entonces, usaba lo que creo ha de ser un recurso simple: empatía, y me hacía sonreír. Si eso no es profesionalismo, yo no sé qué será.

En estas últimas semanas algunas cosas se han ido apareciendo de maneras súbitas y emocionantes. Tengo mi teoría. El karma existe, y después de estos últimos y muy angustiosos dos años y pico de tener un sombrero de "Dunce" sobre la cabeza, creo que ahora la vida me está retribuyendo. Siento como Fry cuando descubre que su cuenta del banco, 1000 años después, es multimillonaria. Una vocecita en mi cabeza me dice que es una mala idea, que me volverán a romper el corazón. Sin embargo, creo que no se puede poner peor. O eso espero. Como sea, estos últimos días he estado contento y esta vez, ese es el punto, incluye a otra persona (a diferencia del ritmo común de mi vida, que tiene un PhD en ermitañismo).

Después de muchos meses de trabajo acabé una pieza (o mejor dicho, la primera de 4 partes, pero definitivamente la más dura). Es una pieza compleja y mamona de la que no hablaré. Sin embargo, hacerla implicó cosas rough: me encerré, no revisaba mi mail, no contestaba el teléfono. Respondía los correos de chicas guapas que decían "a ver si vamos por un café" con un "si me necesitas estaré en mi casa". Y por fin lo acabé. Después de eso pensé que estaría en una especie de vacación, y tardé 6 días en volver a empezar otra pieza. Así son los artistas.

El punto de mi encierro es que mi reloj biológico cambió duro: me dormía a las 5 de la mañana, me despertaba a las 12 o a la 1, apenas alcanzaba un poquito de Papá Soltero, me despertaba cansado y de malas. Y en cuanto acabé la pieza mi reloj casi casi que dijo: "Ok, ya estuvo bueno de mamada, volvemos a nuestra edición regular". Ahora, extrañamente, me despierto solito poco después de las 9, aunque me hago tonto y me paro casi a las 11. A las 3 AM me muero de sueño, y en cuanto me acuesto lo hago de inmediato (desde siempre me ha costado trabajo dormir). No entiendo. Si fuera una lesbiana de padres extranjeros que heredará un departamento en Alfonso Reyes esquina con Tamaulipas diría que mi aura está brillando, aunque es probable que cuando hago ese tipo de comentarios se apague. Sería curioso que sea justo este acto de amor, escribir en el blog, lo que impide que "mi aura" brille". No entiendo.

Hago ejercicio desde hace dos meses. Quiero vivir más de 50 años, quiero ver si Ray Kurzweil tenía razón y no me quiero morir antes de hacer por lo menos una o dos de mis películas. Lo hago diario, sin falta. En serio, sin falta. Mi cuerpo es demasiado receptivo, y hay cambios, pero no tanto como cuando tenía 20. Me siento un millón de veces mejor que hace un año, en que terminé yendo a un hospital por pura hipocondría y hubo un día en que bebí casi dos litros de agua en unos minutos por puros nervios de sentirme mal. Que te duela una parte del abdomen es malo, que te duelan varias y estén aisladas está peor. Not anymore. Me dí cuenta que no tengo malos hábitos alimenticios, pero que tampoco tengo buenos, así que entre hacer ejercicio y evitar ciertas comidas que mi mamá trae por mero ocio, creo que soy un nuevo Bob. Pero calma, aún soy gordo. Gordo naces, gordo mueres.


Los sábados a las 11:30 o 12:30 (no me acuerdo) pasan un programa en el canal 4 sobre negocios. Se llama ManagemenTV y pasan entrevistas con líderes de mercadeo. Curiosamente, y digo en serio, muy curiosamente, nunca hablan de dinero, siempre hablan de cosas así super trascendentes y se supone que lo hacen en términos de productos y servicios pero nunca hablan de dinero. Hace una semana una chica hablaba sobre los que eran los trends más importantes de la publicidad, y mencionó dos: uno, hace unos años (en los tiempos pre-facebook), cuando los seres humanos empezaban a estar dispuestos a revelar todos sus secretos, a ventilar su vida (cosa hoy día hiper aceptada y de la cual hablaré en el futuro). Dice que el trend actual son los contenidos basados en dónde estás en esete mismo momento. Hoy pasó un sujeto explicando los pasos para ser un pronosticador, y lo diferencio de otras cosas, como los visionarios o los predictores. Dice que pronosticar es dar una opinión sobre el futuro, mientras que un visionario es alguien que dice cómo le gustaría que fuera el futuro. El punto es que mientras estas personas hablan supuestamente de cosas de mercado, yo siento que están explicando el rumbo de la humanidas. Me gusta, hacía años que no veía la tele con tanta atención. Siento que ahí hay alguien que me entiende y no me dice "Sí wey" cuando le expongo mis teorías sobre el futuro de la humanidad. Sad but true.

El otro día fuí con el greñas a las megaofrendas de CU. Curiosamente esta vez me la pasé mejor que en otras. Imprimí mi libro de Perec (Un hombre que duerme, que huele, no, apesta a que se volverá mi libro de cabecera) y, sobre todo, fui a fotocopiar 3 miserables hojas de un libro de Paul McCarthy que hace 5 años que no veía. Este libro es una especie de pepita de oro: es el mejor libro de McCarthy y ya no lo edita Phaidon. El caso es que me gusta regresar a referencias de hace tiempo que ahora entiendes mejor y aun así te dices "era un niño y entendía muy bien, que orgulloso me siento de mí mismo". Me siento como Susanita cuando dice sentirse bien consigo misma cuando lee de homicidas y escoria malvada. No sé, me emocionó ver el libro, es un libro bello. Y lo posteo.

En estos últimos meses he tenido poca música nueva. El martes me abastecí de discos nuevos. En mis meses de trabajo forzado escuché mucho el Camoufleur de Gastr del Sol, el Kicking TV de Wilco, el Bad Timing de Jim O'Rourke. Ahora estoy escuchando como loco el "Upgrade & Afterlife" De Gastr Del Sol. Es un disco increíble.

Odio a los artistas, escritores y cineastas cuya obra trata de lo maravillosa que es la vida y el mundo. El mundo y la vida no son maravillosos, son el marco de referencia contra el que uno debe poner resistencia. Si vives fascinado por tu marco de referencia tu posición en el mundo se reduce a dejar que el viento te pegue en la cara, y eso es menos que nada.


Quemé las primeras dos temporadas de Ren & Stimpy en DVD y veo un capítulo al día (el greñas me los bajó de internet, usando la lista de palabritas en colores a la derecha que ustedes ni pelan). Es extraño: mi experiencia con esa caricatura fue y es un parteaguas en mi educación sentimental, y escuchar las voces originales hace un cambio fuerte. Resulta que el doblaje en español es muy bueno, y en algunas ocasiones es mucho más hilarante que en inglés sin ser gratuito. Mister Horse en inglés es increíble, pero en español es una bomba de risas. Ren es psicótico, pero en español está enfermo. No entiendo. Cuando éramos niños teníamos la MAD magazine, las tarjetas de los Garbage Pail Kids, teníamos a Ren & Stimpy y a Beavis & Butthead. Teníamos cosas prohibidas que curiosamente estaban dirigidas al mercado infantil. No juvenil, infantil. Y somos la generación que somos (con sus tiempos al mediodía para comer, o tomar un té arizona y un sub). Pero los niños de hoy no conocen la contracorriente, lo prohibido. Esos niños son la generación de la gratuidad. Nosotros teníamos que ir a un puesto de tarjetas afuera de un centro comercial muy lejos para conseguir un poster de Tom Bunk, y esos niños pueden ver porno alemán con un sólo click. Siento que la educación sentimental dejará de significar lo que significa. Es de esas cosas que me entristece, pero ya sé, me clavo.

Ya no sé qué escribir. No leo por el momento, simplemente no puedo. Estoy medio leyendo un libro de lingüística en inglés que está poca madre. Y quiero empezar con el de Perec.


Vamos vida, si me vas a patear las bolas esta vez te va a costar. Te arrepentirás. Te metiste con el gordo equivocado.

3 comentarios:

Poala dijo...

No sé porque cuando la gente me cuenta que esta haciendo ejercicio me alegro, creo que tengo un profesor de educación física dentro de mi.

Mmbob vi tu lista de colores, si esperas a mi lento internet robado, te consigo algo torrenteable y luego ideare una forma para que esta vez el cartero no se lo robe.

Anónimo dijo...

Con gusto, amigo Bob, conformé leí su post me di cuenta de que había, al menos, una mentira en el título. Y luego, además, con mayor regocijo me pasé y repasé uno de los párrafos más pequeños y me quedé pensando demasiadas cosas de las cuales le comparto una: ¿cuántos irreflexivos habrá en la calle que asegurarían que el viento sobre su rostro es arte? Me gusto la descripción de ese odio suyo, amigo Bob, mucho.

En otro orden de ideas, aunque ya se la dejé en otro medio, le dejo el link de nuevo, por si no lo vio, la entrevista, como todas, es irregular, pero, como todas, tiene sus momentos:

http://www.theparisreview.org/interviews/6040/the-art-of-fiction-no-206-michel-houellebecq

Saludos, etc.

Bob dijo...

Pôala: Oye sí, el cartero! el otro día me trajo un perrito chino desde el cono sur directo a mi puerta (era correo certificado, tuve que firmar y todo, yo estaba desayunando y viendo Papá Soltero) y pensé que si prefirió robarse tu croquis y otros que creo fueron enviados, debe tener unas intenciones raras. Los carteros son raros. Hace chorromil años le decía a Sirako que seguro su día favorito del año es el día de reyes, le decía que seguro leían las cartas de los niños con discapacidad que pedían una prótesis de regalo y se reían a gritos, ya sabes, que se les cae el bolillo que están comiendo mientras rien. Así, mean.

Don Lear: Ese párrafo me costó años. Este año me la he pasado dando vueltas alrededor de esa idea, y he escrito más al respecto. Entonces, ese párrafo es como: Bob sí sabe escribir menos de 10 líneas. Y la verdad sí es como odio. Odiar está bien, es como ser joven de nuevo.
Lo del premio al parecer se volvió importante, y le echaré ojo cuando tenga una compu cerca. Curiosamente, ahora que tiene libro nuevo, cada que leo algo de él lo hago con un ojo entrecerrado para no enterarme de algo del libro nuevo de lo que no debería enterarme (eso me pasó, de wey, hojeando La Posibilidad de una Isla)
Por cierto, Lear. Si de casualidad éramos amigos en el Facebook, creo que lo borré sin querer un día que borré chorromil cosas (organizaciones pro-naturaleza y desconocidos sin escote). Le pido revierta eso. Si nunca lo fuimos, nos vemos en el próximo post.

Los amo.