30 ago 2010

no soy del tipo que extraña mucho

Estando dos meses encerrado aquí me siento raro. Antes les decía que el trabajo y la concentración y no extrañar nada, pero ahora ya está cerca de la patología. Es decir, que ya me da cosa salir de la casa. Es como ese capítulo de Hey Arnold! donde un niño nunca ha salido del pórtico, y Arnold le lleva libros de paisajes del mundo y el chavo nomás no quiere salir. Al final, sale para golpear a un alfeñique que se burla de él. O como una serie de tiras de Garfield (lo estoy releyendo) en el que se sube por error a un árbol y conoce a un gato que fue criado por ardillas y no conoce el piso. Supongo sería más interesante hablar de esto si hubiera leído el libro de Calvino, pero, ¡Hey!, Siruela es carísimo.

Hoy salí tras un record de 19 días de no hacerlo. ¿Les conté de la chica francesa que se aisló? No tengo la información a la mano, pero era una francesa que se metió a una cueva o a un foso para investigar los efectos del aislamiento. Creo que estuvo 8 meses encerrada y cuando salió se suicidó a las 3 semanas o algo así. Hay un libro al respecto, pero no hay traducción al inglés (o sí y no la encuentro). Como sea, hoy salí a cumplir deberes de artista (entregar dibujos y entregar jpg's, es una vida complicada). Regresé cansado (dormí seis horas menos de lo que normalmente duermo) y me metí al internet para mantenerme despierto (el internet es una especie de lobotomía, uno no se duerme, no se da cuenta del paso del tiempo, no se distrae, a menos que sí, y en ese caso no aplica). Legalmente, mi encierro voluntario de dos meses está a punto de terminar, ya me regañaron por hacerlo, pero técnicamente, oye Man, si no me invitas al cine, puedo ver la película en mi casa. No sé, esto es una tontería, ustedes saben, pero, también técnicamente, no tengo gran cosa que hacer allá fuera. No he expuesto en 13 meses, y tengo piezas para hacerlo 3 veces, e individualmente. Debe tener más de 3 meses que no hago una llamada telefónica (salvo la que uso para conectarme a internet, ¿o no sabían que aún vivo en las cavernas de la informática?) y lo mismo aplica para cualquier salida formal, salvo ir a cumplir obligaciones de artista y anexas. Anyway, me duelen los pies, tengo hambre y aún tengo mucho trabajo (aunque mucho más fácil de hacer). No importa lo que pase, cuando escribo en el blog no dejo de acordarme de lo que decía Woody Allen: ¿Algún día terminará este sufrimiento, alguien leerá esto algún día?

Mi acercamiento más significativo con el mundo, ahora, es el internet, el cual me choca y hace que me duela la cabeza y nunca me da las imágenes que busco (chistes de esos que vendían en folders en las secundarias e ilustraciones médicas antiguas). Por casualidades del destino, reencontré a amigos de la primaria y a conocidos de la secundaria. A las de la primaria eran amigas-amigas, cantábamos canciones de Gloria Trevi en el recreo. Esos momentos de mi vida cantando la papa sin catsup se me hacen tan raros que a veces pienso que le ocurrió a alguien más, que no es la historia de mi vida. Lo malo de reencontrar personas en estos días es que muchas de ellas, como decía Douglas Coupland en Shampoo Planet (Hola, Elso!), ya están demasiado negras por todas las acciones negras de sus vidas y te dicen hola un abrazo espero te vaya bien, y a veces en menos palabras que esas. Aún no encuentro a mi amor platónico de la primaria, así que, técnicamente también, they can suck my elbow. Fuera de eso, lo único que agradezco, y la verdad agradezco mucho, es que el Facebook de celular (el cual es el que uso) háyase modificado y ahora ya casi no vea las actualizaciones de mis contactos. Me deprime, les he dicho, simplemente, enterarme de cómo el mundo se mueve, me deprime. Siempre he dicho que el mejor personaje de Peanuts es Linus, es ácido y sabe lo culera que es la vida, y hace teorías alrededor de ella, sin embargo aún conserva mucha ingenuidad como para no perder la esperanza (como Charlie Borwn). Desde hace meses me siento Linus, lo cual está raro cuando durante un tiempo, algunos días sueltos, algunos momentos aislados, me sentía como Lucy rogándole a Schroeder. Schroeder can suck my elbow, too.

Por cierto, el canal 4, también llamado Canal de la Ciudad, también llamado canal de películas viejas y programas de variedad vulgares, se muere y lo vuelven un canal de discusión política y anexas. La culpa la tengo yo: una vez, mientras publicitaban dicho canal, entonces de cable, decía 'qué padre sería tener ese canal en tv abierta'. Lo que quise decir con eso ni yo lo sé, pero un día anunciaron que 4TV se iba al diablo. Sudé: ¿qué va a pasar con Se Vale? Y la respuesta es que ahora será transmitido a nivel nacional, así que todos los lectores de este blog que vivan en provincia (besos y abrazos hasta allá, a ver cuándo me invitan de vacaciones, carambas) podrán saber de qué coños hablo cuando hablo de Se Vale. Lunes a Viernes al medio día. Lo peor que puede pasar es que, como Homero cuando se hace mascota de beisbol (¿a poco no se ve mejor escrito así que 'baseball'?), el éxito local sea una demostración vulgar a nivel nacional y que lo cancelen pronto. Dios no lo quiera, así que véanlo lo antes posible.

Sé que es mala idea (y mala leche) no actualizar el blog. ¿Se acuerdan cuando había gente que escribía diario? Seguro ahora son twitstars de sus facultades y manejan el cineclub. Como sea, programé tuits que deben durarles casi tres semanas. Sean felices, yo los quiero más que nadie, con la excepción de sus familiares y amigos, pero eso no cuenta, ellos los tienen todo el tiempo y yo tengo que escribir posts para atraerlos hasta acá.

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