25 abr 2009

la próxima vez que me regales una pestaña ahora sí voy a guardarla, en un libro o algo (no prometo nada)

después de una semana de estar pegando mapas y montando cajas y comiendo rico en polanco, anoche llegué tarde, pero no demasiado como para no calentarme de comer y prender la tele en el 11 y ver 31 minutos, ahí sale Juan Carlos Bodoque en una cápsula en la que explican por qué no se deben pasar vegetales en los aviones, o sea, porque se expanden plagas y enfermedades... más tarde mi mamá me da la noticia (en una versión condensada y obviamente familiar) del brote de influenza en esta ciudad, tan bonita y llena de fiestas arty en estos días... a decir verdad, le presté menos atención que los siguientes temas de los que me ocupé en las últimas horas de mi noche:


-Morton Feldman
-de cómo me duelen los muslos por estar parado 14 horas al día
-una pieza para piano y teclado de juguete compuesta a partir de una caja de música rota (es un homenaje a Morton Feldman)
-cómo montar un tripié de cajas
-por qué no llegaste? te estaba esperando


Al día siguiente, sólo saliendo del metro, conté a 8 personas usando cubrebocas en 4 cuadras saliendo del metro Niños Héroes... externé mi preocupación a De La O y Nuri (mi preocupación ante la gente que usa cubrebocas, no ante la influenza), con quien comparto la idea de que este brote de influenza encubre una devaluación del peso que se dará mágica y velozmente cuando el virus se termine... en las noticias el tono es de novedad, la verdad es de una dinámica televisiva que se agradece: un sujeto entrevistado en la tele dice que en su farmacia olvidada de la mano de dios vende, por lo general, unos 50 cubrebocas al mes, y dice que en un día lleva tres mil, también dicen que en algunas farmacias han restringido la venta de cubrebocas a un paquete de 10 por persona, y que algunos listos han elevando el precio de un paquete en casi $50... la verdad, a diferencia de Woody Allen, la muerte (la mía, que la de mis cercanos me aterroriza como casi nada en el mundo) me tiene un poco sin cuidado, no sé si esta posición estóica (y plenamente teórica) ante el hecho de que se te termine la vida sea algo valiente o una especie de desinterés vital, por mi parte, yo ya no insisto; recomiendan que no vayamos a lugares concurridos... yo mañana voy al MACO al Hipódromo, y a decir verdad, si me he de contagiar por un estudiante de preparatoria que gasta su dinero en discos de Zoe y que huele a garnacha o por una galerista gringa buenísima, creo que correré el riesgo, lo verdaderamente triste sería contagiarme por un caballo, pero si eso ocurriera se enterarían por acá


J. Stam y Poala: no han llegado sus mapas (empiezo a desconfiar de mis vecinos), y la pieza para lo que los requería ya la presenté el jueves (aunque la recolección continuará por tiempo indefinido), pero ustedes son tan chéveres que muy pero muy difícilmente reencarnarían en una roca... y si vienen al df, prometo llevarlos a donde los emos pastan y se pelean con los darketos, entre otros sitios (Poala, cámaritas de vigilancia de cerámica, por piedad, que soy comible!)



ah, y quien quiera ir a ver un tripié de cajas muy coqueto y esperanzador y un dibujito, vayan a Dr. GarciaDiego 157 (metro niños héroes) hoy sábado y mañana domingo solamente, no cuesta y hay muchas cosas arty a precios más que razonables (nos vemos mañana)






ya ven, prometo hacerme cargo de la comida, lo juro, ya no hay cosas que hacer, de verdad





ñam ñam




theremin...

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