27 ene 2008


Agregue un plus a su vida


Odio los cambios. Piensen en esto: un sujeto se deprime profundamente y la mayoría de los consejos no solicitados que recibe son que cambie de aires: "Mueva de lugar los muebles de su casa, salga de viaje, pruebe diferentes calles al salir y llegar a casa". Me parece una manera grosera de desdeñar el hartazgo personal o por lo menos de burlarse de él. Mi madre es una maníaca del cambio de muebles, no pasa una semana sin que una cama o una mesa haya pasado de un lugar a otro, esperando el próximo cambio que lo restituya a su antigua posición. Hoy, domingo, cuando llegué el cambio era mayor. Muebles grandes se mueven y algunas paredes casi olvidadas aparecen de nuevo a la vista. Por alguna razón me deprime este tipo de cambios. Además hay que agregar una cosa rara: aunado al instinto de lo nuevo, mi madre tiene una cualidad espacial extraña: coloca todo de manera que esté a punto de caer o que se meta en el camino de uno, todo está puesto donde menos debería estar puesto. Si mi mamá edificara una casa se sostendría sin problemas pero todo estaría a punto de derrumbarse. Es algo bien complejo que ya antes intenté bocetar sin éxito. Como sea, lo nuevo es algo contranatura; según las revistas a la mano que a veces me pasan, nosotros los Tauro nunca cambiamos nada. ¿Será que mi mamá tiene razón y eso de los signos guarda mucha verdad? A fin de cuentas me deprimen menos los horóscopos que los cambios.



Dulce María is coming


Ya es un hecho: el diario de Dulce María la de RBD sale a la venta el 14 de febrero, día del amor y la amistad. No concibo mejor ocasión para su compra. Sólo espero que no la vayan a regar y termine decepcionándome como aquel libro sobre San Cuauhtémoc Blanco que hojee en un Sanborns. Es cierto, la voz de la reinita en cuestión es, como lo expresa Radha, como de ovarios dolientes, eso ya sería un problema si se tratara de un audiolibro. ¿Veremos a Dulcérrima firmando ejemplares en un Gandhi o en el Mix-Up de Plaza Universidad? El audiolibro le solucionaría esto.



Es lo que les gusta


El viernes, en el programa de Brozo, entrevistan a mujeres sobre esta broma de mal gusto que resultan los camiones exclusivos para las féminas. Hacía mucho que no me invadía, como me invadió el viernes en la noche, semejante acceso de berrinche. A una mujer le preguntan: ¿Y usted cree que esta bien esto de los camiones sólo para mujeres?, y ella responde con toda la soltura que la bolsa que lleva en el brazo le permite: Sí, está muy bien -gesticula con odio pero entusiasmo-, porque los hombres luego se pasan. La verdad miento, tal vez dijo otra cosa, pero cuando empezó a expresarse con brazos levantados enterré los pies en el suelo y me recargué contra el sillón, le pegué con los codos y grité desde las vísceras. Uff, desde niño que no me salía esto tan natural. El diagnóstico general era que los hombres suelen arrimarle el pene a las bellas señoras, que son violadores en potencia, que deberían cortarles la mano (sic), que hay que hacer más camiones para que los pinches hombres violadores de manos largas (una señora sugiere con una risilla: "y otra cosita" y se ruboriza) no se metan y....Oh, esta vida no es la que yo quería vivir.



Es por tu salud


Mientras me dispongo a hacerme un sandwich de helado y mantequilla de cacahuate con pan blanco Bimbo (nomás acabo de escribir) se me ocurre que Bierce era muy sabio cuando decía que el hombre que vive hasta edad avanzada lo hace a pesar y no por el ejercicio. Datos: Siempre he sido gordo en niveles diversos, y todos mis amigos (que no lo son) han hecho o hacen ejercicio en algún momento. Recuerdo que una vez logré sostener cierta rutina mínima durante unas cinco semanas (abdominales sobre la alfombra de mi cuarto mientras veía los Simpson y levantar un bote lleno de monedas alternando brazos) y por ahí de la tercera una chica de mi salón -en ese entonces, pues fue ya hace un rato- notó cierto atletismo raquítico en un servidor. Más que ruborizarme, se me ocurría cuán ridículo es esto de fomentar la propia corpulencia. Juro que haré ejercicio, capaz que sirve como otra de tantas válvulas de escape como es el futbol o ver programas matutinos de variedad. Si el sujeto que daba yoga en Hoy se volvió símbolo sexual y anuncio de aceite de soya, capaz que yo me vuelvo más optimista. Seguiré teniendo miedo, pero bien mamado.


23 ene 2008

tan cerca y tan lejos / aún

(Lamento la ausencia, problemas técnicos y así, sin embargo buenos días se vienen para el blog)


Seducción

¿Es tan vital la seducción para dejarnos desarmados? ¿Qué hacer cuando los golpes no te alcanzan pero sabes, con jodida certeza, que no dejan de intentar aterrizar en ti? Ya no te desespera la latencia sino la burda insistencia. En un anuncio de un dulce llamado escuincles (como sea que se escriba) pretenden orientar su campaña a hacerle pensar al mercado infantil que consumir su nuevo producto es algo prohibido, ergo, deseable. En el comercial que me tocó ver, se encuentran dos padres de familia citados por una directora de escuela genérica (ya saben, odiosamente poco femenina, peleada con la libido de cualquier sujeto sano) y les comunica que encontraron a su hija consumiendo el producto en cuestión, aquí la cámara se abre y podemos ver a la niña. La chica, de no más de catorce o quince años cuando más, es monstruosamente guapa, estúpidamente atractiva, de una belleza paralizante. No profiere palabra alguna pero hace movimientos de clara intranquilidad, aquellos del preadolescente que es reprimido y que se desespera ante la prolongación de la fastidiosa monserga, y realmente es inútil, pues moralmente se considera superior a todo su mundo adulto. Pero concentrémonos en la chica. Tengo que dejar en claro que es increíblemente guapa. Si bien el producto está dirigido a los niños también es cierto que estos ven al escalón superior directo como ejemplo. Pero de todos modos, ante la desesperante belleza de la niña uno se ve encarado con una bofetada más intencionada que de lo normal. ¿Por qué semejante arsenal publicitario para un producto esencialmente anodino? La golosina que anuncian es una variación exótica del simple regaliz, al que le esparcen chile piquín y demás sabores. La nueva variante es la inclusión de salsa de chamoy en la que puedes sumergir las barras de dulce. Pensando en publicidad, podemos encontrar algo sugestivo en el hecho de sumergir varas de caramelo en una sustancia viscosa y translúcida, después de todo (y pasa cuando estudias esa horrible carrera que es diseño), te enseñas a desconfiar de casi todas las imágenes que ves. Justo ayer, Mario Flores, el greñas y un servidor nos reíamos con bastante malicia y enjundia ante la portada de un comic de Star Wars en el que aparecía un negro con una pistola negra que sostenía de manera que parecía que salía de su estómago, que para los límites de la revista uno podía tomarse la libertad de representar como su entrepierna. El rictus del sujeto, supongo que era un soldado o algo, era de verdadera seriedad, de esa ridícula. No parábamos de reír. Yo dije, con voz tan fuerte como pude para que se escuchara tras las carcajadas: “Big Black Gun”. Es tonto, quizá, pero todas las imágenes siempre esconden algo. Sigo pensando en cuan avasallantemente atractiva era la niña y no dejo de pensar que es demasiados golpes contra alguien que sólo ve la tele porque no sabe qué más hacer hasta que llegue la hora de dormir, y así hasta el siguiente día. Utilizar la seducción en un anuncio de dulces es un golpe bajo contra el televidente. Uso de nuevo esa frase del santos: “¿Qué hace uno con todo este deseo?” Por supuesto, podrá advertirse una leve debilidad que raya en la pedofilia, pero cómo le decía al greñas: “Tú que te aguantas”. Vean el comercial y ahí me dicen.


Amo a Dulce María

Según escuché hace unos meses, más o menos en Febrero va a salir a la venta el diario de Dulce María la de RBD, son escritos de su puño y letra e incluso vendrá con dibujos; supongo serán sus pensamientos e impresiones en los días de tour y flirteo eternos, o tal vez el diario pretende hacerle ver al fan que no todos su días son espectaculares y que también se siente horrible de vez en cuando. Lo espero ansiosamente, quien sepa algo del lanzamiento comuníquese con la redacción.


The Dirt Room

Pueden ir y visitar mi última pieza: Para J.B. y W.M; que se exhibe en las vitrinas del metro La Villa-Basílica. Es una especie de homenaje a dos piezas: The Earth Room, de Walter de Maria y esa pieza de Joseph Beuys que llevó a cabo en la Documenta donde pretendía plantar 7000 árboles en Alemania. La organización improvisada no me deja saber cuándo la quitan, así que si la alcanzan a ver me dicen.


I have nothing to say and I’m saying it

Reconsiderando lo que ya antes anotó Lear, cuán valioso es el silencio. Pocas, poquísimas cosas me molestan más que el ruido: el humo del tabaco que no fumo, la mala memoria, la entronización de la gente despistada que vive la vida intensamente y acaricia a su gato, etc. Nada me pone de peor humor. Desde que tengo memoria la puerta de mi cuarto siempre está cerrada: mi madre es la persona más ruidosa que existe, su presencia en la casa es más que audible. Por las mañanas escolares, la gente que arrastra las mesas sobre el rudo suelo de concreto irregular del taller logra sacar lo peor de mí, a veces, empujándome a gritar improperios y reprimendas fuera de lugar. Un perro que ladra me crispa los nervios de unos días a la fecha. El animal de un vecino permanece frente a la puerta de entrada detrás de su reja y de vez en cuando, sin mayor motivo, echa a ladrar; sin fiereza ni interés, sólo ladra. Anoche, arreglándomelas para entrar a las dos de la mañana con una caja llena de basura, el animal se acercó e hizo lo propio. Ni siquiera podría pensar uno, y esto sería optimista, que lo hace como medida de seguridad y que es una ventaja. Error, el animal ladra sin expresión, conozca o no al pasante, es de esos perros torpes y que no suscitan mayor empatía que la que puede generar un caso de retraso y su conmiseración, de esos animales que en menos de un mes ya han crecido tres o cuatro veces su tamaño original, perdiendo todo su posible encanto, de movimientos toscos. Vaya, una bestia desagradable. Para la hora y la molestia de cargar una caja de cartón repleta de trebejos inservibles, lo último que necesito es que salga y me ladre. Menos aún que a mi llegada mi madre me pregunte si me ladró el perro. Valoro tanto cuando la gente resuelve no decir nada, en verdad. Wyatt Byrnamm, esta vez en su librazo “Un citoyen, La main gauche”, habla por mí:

“La imagen de la bota calzando entre las fauces del animal volvió a aparecer en mi cabeza. La bocaza se abre conforme la sangre lubrica el dislocamiento lento, casi eterno. Los ojos del animal se clavan, sin odio, en la pierna. Hay un aire de increíble curiosidad en él, como si pudiera deshacerse de la situación y observarlo todo desde un punto de vista lejano, casi desapegado. Por ridículo que parezca, incluso la conciencia de un perro bruto puede apaciguarse un segundo y contemplar, en un silencio absoluto, disciplinado, su propia tortura. Aunque dudo mucho que estuviera sintiendo nada."


Tu vida en un montón de cajas

El Mario Flores me habla el viernes y me dice, a mí, cuyo segundo nombre es 'gratis' o 'baratija', que vaya mañana a su casa a espulgar cajas y cajas de basura que era propiedad de un geek hardcore. La historia es triste y corta: un sujeto guarda cosas en un sitio, se hace de una deuda cuantiosa con el que le presta el lugar, desaparece y se esconde por meses. Hay que rehabilitar el lugar y no se está como para guardarle sus cosas a ver cuándo se le ocurre regresar y pagar. Ni vendiendo sus cosas se haría siquiera la cuarta parte de lo debido. Mi pésima calidad humana me empujó a ir y escoger descaradamente lo que me agradara; un último grado de humanidad, me impide contarles detalles más particulares. Como sea, en el lugar había un montón de cajas de cartón con, agárrense, revistas de videojuegos viejísimas, una tonelada de comics de Star Wars y Conan, un montón de libros de ciencia ficción (sobre todo de Isaac Asimov), diccionarios, libros de la segunda guerra mundial, novelas de Star Trek, una caja llena de juguetes de manga, algo así como un metro cúbico de VHS's, algunos DVD's, la mayoría sin el cd en la caja (el greñas, también presente, sospecha que los habrá guardado en una tortillera), un quemador, un montón de comics porno (o sea, comics gringos, no sensacional de traileros), un montón de vhs de anime, etc. Por un momento, mientras nos serenábamos un poco, remarcábamos lo cruel que era tener que deshacerse de todo esto, que tu vida se guarde en unas cajas y termine siendo repartida entre tres gandules y la basura (la mayor parte terminó en la basura). Yo me traje: un diccionario francés-español, uno de "English idiomatic expressions", un "L'art de conjuger", algunos comics porno y novelas de Star Wars y Star Trek (no piensen mal, todo con la concienzuda tarea de usarlos en mi trabajo, no sé, me hipnotiza el diseño de paperback gringo, es horrible y tan portátil, como que los pockets gringos son más objetos o bultos que libros), unas revistas Maxim gringas (¿Qué pensar de un país que coloca su bandera en todos lados: camisetas, tazas, juguetes, bikinis, coches?, ¿qué decir de un país con la megalomanía y el desconocimiento capaz de denominar a la final de su liga de beisbol (exacto, beis-bol) como la Serie Mundial?) y una rana René de peluche que sigo sin saber por qué me las traje. Ah, y si alguien quiere el segundo de tres tomos de un 'Webster's Third International Dictionary' (el tomo que va de la H a la R, o sea, páginas 1017-1993), se los vendo o se los cambio. Está en excelentes condiciones, pasta dura, mide 32.5 x 23.5 cm. Se aceptan sugerencias.


Sin salir de casa o donde esté

Desde que comenzó el año no habré salido de casa más de unas siete veces, valga decir que he estado aquí, viendo cómo desde las once hasta las dos de la tarde cae el sol en la ventana de mi cuarto y cómo, a partir de las cuatro, se comienza a nublar. Aquí es particularmente frío y de vez en cuando el viento sopla tanto que se escucha ese sonido que uno más bien suele escuchar en las caricaturas (fsfsfsssfsffsfsfsfsfsfsfiuuuuu). Como sea, cada puta vez que me decido a salir el mundo se empeña en hacerme ver que lo mejor habría sido no hacerlo, aún en las oportunidades más ínfimas, esta ciudad que tanto quiero me recuerda que es esta ciudad: el tráfico, el transporte público que siempre saca lo peor de mí, la jodida desidia, la gente que se empeña en no hacer su trabajo, la escoria de rutina. Ayer, esperando el RTP en periférico (también se podrá decir que yo me lo busco pero no voy a pagar el doble y ocupar la mitad de espacio en un micro diseñado para sujetos que no rebasan el 1.60 m.), pasó uno y se detuvo. Me disponía a bordarlo y me puso un alto, con una buena distancia, un vocero que se baja y se sube al autobús: "únicamente mujeres, sólo mujeres". Pensé, mientras el camión con una manta rosa colgando de un costado se iba, que esto era el fin de todo. Estoy harto de todo lo que tenga que ver con subsanar problemas de genero cuando se trata de programas hechos con las patas. Recuerdan, estoy seguro, la zona exclusiva para mujeres en el metro. Este tipo de políticas de la seguridad, más basadas en la piedad, la lástima, la conmiseración y el encono social que en una practicidad eficaz, no hacen más que decir: el problema está ahí, no se puede solucionar, qué se le va a hacer. Apreté los puños y traté de disimular una cara de sorpresa aunque hace tiempo ya casi nada me sorprende. En serio, no es más cosa que decir que es un problema de educación en un nivel individual (amo y me altero cuando mi madre me reprende malos modos diciendo: "¿Qué no vas a la escuela?"; en vano, cuando más joven, me empeñaba en hacerle entender que la escuela, como un depósito de educación que los padres no tienen muchas ganas de dar, es una mala idea), sin embargo, hacer este tipo de recortes donde las mujeres sí pasan y los hombres no porque son violadores es como aceptar que nuestros intentos son fútiles, fracasos seleccionados. Más tarde comentaba esto con una chica que no conozco amiga de no sé quién, que coincidía con un servidor pero que se desató en reprimendas cuando solté mi humorístico Por eso nunca le doy el asiento a las viejitas ni a las que traen al niño en su seno; la chica, desentendiéndose (o no entendiendo) mi tono desenfadado de ser más listo que el problema me dijo que ese es precisamente el problema, que no hay una cultura de respeto y la madre y media. Terminó sus increpaciones-inquisiciones con un ¿No? Acto seguido se quedó callada, me di cuenta que esperaba que respondiera algo. Hacía tanto que no me tocaba conversar con alguien que guardara silencio para que el otro profiriera una respuesta que me pareció enternecedor, sumamente enternecedor. No respondí, desde siempre, y es para mí una virtud, he carecido de las armas para imponer mi punto de vista. Puedo ser, con cierto tiempo y práctica, sugestivo, pero no un sujeto que te calla. Odio a los vendedores.


Recital de Piano, Un proyecto de Fernando Ortega

Si no fueron, escuchen Radio UNAM (96.1 fm) mañana jueves 24 de enero a las 21:00 horas. No pregunten, sólo háganlo.


Ah, y por último:

"Con el tiempo descúbrí que toda mi experiencia real, ese difícil contacto con el mundo exterior, se basaba en la memoria y la expectativa: Memoria de momentos de pérdidas menores, incluso satisfacciones; Expectativa por conservar estos recuerdos de manera indolora, administrar la esperanza. Sin embargo, algunos individuos pueden devolvernos una imagen afable del afuera, facilitar ese acceso que uno supone perdido hace tiempo. La importancia de estas personas suele ser crucial, pues restituyen la escala, el punto de vista desde el cual se mesuran las distancias"

Wyatt Byrnamm, Iddle, Grove Press, 1983.

(¡Feliz Cumpleaños Lau!, tqm)

11 ene 2008

Contre le turisme

Tenemos un amigo. Middle class, como todos nosotros, salvo con la -harto presumida- excepción de haber logrado algunos avances: coche (en espera de venderlo para comprar uno más reciente), colocarse en una empresa. En algún momento -y cómo me contaba de esto las pocas veces que por alguna reunión genérica lo veía-, trabajó en algo que tenía que ver o era algo así como "catador de vinos". Evidente motivo de orgullo. Hoy día está en esa compañía telefónica que asegura con odiosa insistencia que un servidor y todos ustedes somos Telcel. Me enerva dicha campaña, lo único bueno son las edecarnes vestidas con microfaldas azules, aunque no siempre están de lo mejor. Como sea, cuando me enteré de su viaje a París comencé a imaginarme el arsenal fotográfico que se desprendería de tan significativo viaje. No es mi particular amargadez la que me orilla a contarles de ésto, sino que, en cuanto me imaginé las fotos, tenía la absoluta certeza de que ilustrarían a la perfección un textito que encontré hace unos meses en una baby baby baby. Hoy, con él de vuelta y las fotos tan exactas, no puedo disimular mi emoción al ver que mi presentimiento era del todo válido. Es lindo poder decir: "¡Cómo conozco a la gente!" Es como si ese lazo meramente humano no se hubiera roto del todo aún. Adjunto el texto y las fotos:




What do you want to do when you grow up?

I want to work really hard all day, not caring about anything or anyone else. Then, make lots of money and travel to Europe, where I can spend whole days inside museums and think of myself as a real art conoisseur. Then, come back to my hometown and keep working, and not being able to name three museums in it. Never, of course, having visited them, except once, when I was a student. And spending the rest of my life reminiscing that one trip to Europe.


A mí, en lo particular, siempre me ha llamado la atención el fenómeno de sacarse fotos con monumentos. Creo que es más grande la imagen que dejamos de nosotros sobre el mundo que la que dejan los recuerdos de viaje sobre uno. Bueno, el texto es preciosamente escueto y claro. Las fotos, ah, las fotos.

9 ene 2008

Lecciones de vida

De todos los programas matutinos de variedad que veo mientras desayuno, el que más lecciones de vida me ha enseñado es Se Vale, que pasa por canal 4. Contrario a Hoy, que se transmite por el canal 2, éste no se enfoca con tanta brutalidad en las señoras sin carrera que se quedan a limpiar la casa, sino en el vago que sigue en pijama al mediodía. Prueba de eso es que demuestran un humor procaz pero no del todo insultante. Las secciones que tiene hablan con más claridad: concursos de perros amaestrados donde los jueces son estrellas clase z de televisa, dígalo con mímica, sketches improvisados (en esa estética tan reciente del "mal hecho pero ahí está lo chistoso"), una astróloga gorda y muy vulgar que se ruboriza ante la mención del sexo, etc. Aquel programa matutino de TV Azteca en el que la ex Garibaldi que conduce exhibe sus chichotas tampoco es competencia ante Cecilia Galliano, una de esas argentinas exhuberantes buenísimas cuya carrera nunca termina de cuajar en México, ¿o alguien recuerda alguna argentina que la haya hecho fuera de ser modelo, meserear o pasear perros en la Condesa?
Muestra aún más contundente de la situación meramente exotizante de la carrera de la gaucha es que fue de las primeras en acceder a salir desnuda en una conocida revista para post-pubertos, cuando es cosa bien sabida que sólo cuando alguna actriz semi olvidada tiene en consideración que su carrera ya no va a levantar es cuando por fin enseña a sus niñas (si alguien tiene fotos de cuando salió Camila Sodi en la misma revista, por amor de Dios, Rólelas); evidentemente, sabía que era de lo más que podría conseguir. También se explica esta imposibilidad del argentino en México si retomamos el antaño rencor y sentimiento de inferioridad locales.
Pero volviendo al susodicho programa y su buenísima conductora, habría que recalcar también a los personajes con los que cuenta. Hay que señalar que ninguno cae completamente en el escarnio. A diferencia de su programa hermano 'Hoy', donde cuentan con un travesti que personifica a una española fogosa y un patiño enano que hace una parodia de Paris Hilton (hoy noté, con cierto horror, que ya le compraron, en calidad de accesorio de utilería, un perro chihuahua de verdad), en Se Vale tienen de todo: Un chino, unos que personifican a una pareja de gallegos evidentemente lerdos, un escuadrón de militares que vociferan pero no hablan, una co-conductora menos agraciada que hace el papel de la chica enjundiosa, además de una plétora de actores y comediantes con carreras en picada que hacen apariciones intermitentes. Tal vez lo mejor sea el elemento masculino de la conducción, un güero de rancho absolutamente invisible, que hace su trabajo con gusto y buena intención (¿cómo no hacerlo cuando tiene permitido con desparpajo manosear a la conductora?) pero jamás logra hacerse notar. Dudo que alguien sepa su nombre.
Entre las lecciones de vida que he aprendido en Se Vale la de hoy es un verdadero análisis sociológico atrapado en el cuerpo de un segmento televisivo. Traen al estudio a un sujeto experto en defensa personal pero especializado en casos de "violencia intrafamiliar", evidentemente, a los productores les parece que, siendo un tema recurrente en los noticiarios -nota roja y amarilla incluida-, ha de ser una costumbre en el seno de la familia mexicana el golpear a las féminas. ¿Estoy diciendo que el maltrato intrafamiliar ocurre sólo como un fenómeno mediático y no en la vida real? No, pero la visión en que incurre la demostración vía tv es particularmente fantástica. Se hacía una personificación de un caso de posible agresión. Una mujer (de un rostro tan pedante que los golpes se entienden, si es que fuera el caso) es sorprendida por su marido, que entra a la casa acompañado de 'un amigote', con el teléfono en la mano. El hombre exclama desde su entrada y se le acerca amenazadoramente: "¡¿Cómo es posible, cómo es posible?, Una hora marcándote y no contestas, ¿pues con quien estás hablando?!" La mujer responde con una voz increíblemente baja: "Con mi mamá" (juar juar, en verdad se lo estaba buscando); "!Y una hora hablando con tu mamá?!; "Sí". Este es el diálogo básico, sin embargo, el tono campechano del programa permite un sin fin de ensayos-errores. En el primero, el hombre no alcanza a hacer la pregunta y, apenas se acerca, ella le estampa la bocina en el pecho (con un rictus automático asombroso), al tiempo que 'su amigote' huye verdaderamente despavorido de la casa. El instructor explica acompañado de las observaciones de los conductores, que señalan que la violenta es la vieja pegalona, que él ni estaba haciendo nada. Le piden que actúen más violentamente. En un segundo intento, él grita más fuerte y alcanzan a terminar el diálogo, hay que notar que ella, mientras se conserva la distancia, se mantiene absolutamente impasible. Cuando el marido -ahora sí- se le acerca, ella vuelve a utilizar el anticuado auricular pero esta vez él, inexplicablemente, cae. Más intentos vienen, el instructor aprovecha cada interin para explicar: "Aquí, la mujer puede aprovechar utilizar el teléfono para llamar a la policia o los vecinos. El amigo del golpeador sale corriendo". Una conductora hace un comentario pertinente: "Pero si el amigo sale y los deja sólos la cosa, ahora sí, se va a poner dura, se van a agarrar, porque después de eso él ya viene a golpear". La mejor escenificación es cuando el diálogo se completa, esta vez el hombre remata su parte sujetando a su esposa de los brazos, como si intentara hacerla entrar en razón, ella lo empuja y lo patea en la entrepierna. Él cae irremediablemente. Por supuesto, estas situaciones, más risibles que factibles, son de ternura. Si el sujeto realmente viene a repartir trompadas (y esto hace irrelevantes las fútiles agresiones de su mujer), lo más probable es que antes de que las enseñanzas aprendidas en la tele le lleguen a la memoria a la señora, él (y estamos dando por hecho que es un lacra con las peores intenciones) ya se la haya vendido/prestado a su carnal, quien difícilmente huiría apresuradamente de la escena. Ahora que lo pienso, la presencia del supuesto instructor (un sujeto pelado a rape, de complexión aparentemente fornida pero con la posibilidad de albergar un vientre pronunciado) sólo justificaba la maravillosa teatralización, pero realmente no hubo nada de enseñanza para la vida práctica, nada que la señora pueda anotar en una agenda que tenga a la mano. Si acaso, encontraríamos las siguientes anotaciones en una hoja suelta:
-pegarle con lo que tenga a la mano
-pegarle en los "genitales"
-pedir ayuda a un vecino
Por supuesto, nadie podría realmente prever alguna situación similar en base a las buenas intenciones transmitidas por televisión (así como ninguna señora alcanza a anotar todas las instrucciones de una receta de cocina). Las situaciones obedecen al plató televisivo, sin embargo dicen bastante de la mirada lejana que se tiene de la familia trabajadora clasemediera: "Ha de haber violaciones entre la misma familia, maltrato familiar, disputas entre vecinos, tragedias familiares". En una conferencia a la que asistí hace un par de años (cuando iba a cuanta conferencia y plática había), el ponente, con autoridad, comentaba que la nota roja y las historias de crímenes escandalosos y los asesinos seriales se generaban como un fenómeno del lenguaje de los medios. Las historias de asesinos seriales (más reales y más seductoras) generaban nuevos crímenes en la vida real. Como sea, creo que es extrapolable a esta mirada paternalista y tierna de los conflictos domésticos que sostiene la tv, que no obstante, no dejan de denotar cierta repugnancia por ese caracter tan rudimentario de la vida diaria. En una entrevista a la imitadora de la otrora primera dama, 'Marta Según', publicada en la revista WOW hace ya cuatro años, esto se resume con maestría:

-"Decía que de pasarse los videos de Los Pinos se vería una familia feliz, ¿cómo es eso?"

-"Ah, es que se sentirían tan orgullosos de nosotros. Por lo bien que nos llevamos. En Los Pinos se respira tranquilidad. No es como en las casas de ustedes: que el choque, que la policía, que el ratero. No. Nos despertamos, abrimos la cortina eléctrica y decimos: ¡qué maravilloso país!"


En otros asuntos:

Según el noticiero de TV Azteca que tengo en la tele mientras escribo esto, dicen que sube el precio del tabaco, lo que, definitivamente, no evita que uno sea un jodido fumador pasivo en casi cualquier lado. El América fue posicionado en el décimo lugar de clubes a nivel mundial, por encima del Barcelona y el Real Madrid. Por supuesto, los conductores del noticiero en cuestión atacan con una zaña memorable: "Toño, tú dices ja ja ja, pero lo peor no es que esto se dé, sino que hay gente que en serio se lo cree, no, es una verdadera ridiculez, viendo los goles de la liga inglesa, no, qué futbol, eso sí es futbol. La mediocridad del partido de pumas vs cruz azúl anoche es la media de la mediocridad del futbol mexicano". Lo siento, no dejo de sentirme ofendido ante semejante brutalidad a la hora de hablar de esta televisora. Me imagino que este sujeto se considera un conocedor porque ve la liga premier en cablevisión y cuando está con sus amigos habla del asunto con una autoridad sostenida en una camiseta del Real Madrid que compró cuando fue a Madrid. Tiene fotos en el área técnica del Santiago Bernabeu y cuando regresó habló, durante algunos meses, con tono español. Cuando sus amigos se lo hacían notar, éste decía: "No, es que se te queda, es otra cultura". Antes de la ferocidad de la noticia del América hacían un chiste local: comentan que un ex colaborador de la sección de deportes del noticiero no tuvo para unas vacaciones decentes y lo más que pudo fue ir a patinar a la pista de hielo del zócalo; mientras pasaban imágenes con el subtítulo "Cuando no hay pa' más" (sic). El otro comentador agregaba: "Yo me compré unos boletos de avión, él se tuvo que comprar unos boletos del metro". Cuando quieran aprender sobre su familia o la de sus amigos vean la tele.

4 ene 2008

Momentos únicos

"El primero de Enero estaré,
donde no quiero ir"
-Entre Ríos, 'Primero de Enero'

Con el inicio de año se termina ese frenesí por que todo pase rápido y con el mayor de los placeres. De ahí el nombre de la consecuente "Cuesta de Enero". Realmente nadie 'baja' demasiado, si acaso se asoma; se siguen contrayendo deudas, los destinatarios de mails deseando buenos deseos siguen siendo gente cercana que uno ve con regularidad u olvidados que siguen sin aparecer desde hace años. Realmente no hay razón para decir que Enero es complicado, todo es culpa de la presión de 'tener felices fiestas'. Ahora que lo pienso, Enero no es tan horrible. Ya tengo un montón de pendientes que comienzan a atosigarme. Definitivamente ya empezó el 2008.


Águilas 1-0 Morelia

Ayer por la noche jugó el América. Lamentablemente televisado por TV Azteca. A destacar, siendo el primer partido del año, la participación de el ex-cementero Richard Nuñez no fue brillante y espectacular pero creo que será un elemento importante. La única ocasión que tuvo la oportunidad logró meterse al área entre dos y disparar con certeza. Nos gustaría verlo jugar a lado de Insua, quien por cierto se lesionó la rodilla anoche. Esperamos que no sea nada grave*. También notable la contratación del defensor Sebastián Dominguez. Entra limpio -más o menos- pero muy rudamente, como los hombrecitos. Tiene carácter. Me recordó a otros tantos defensas italianos. Ayer se hizo de una temporal rivalidad con Luis Orozco, a quién no le permitió prácticamente nada. Salió bravo. Mis mejores expectativas para él, además de la tarea de entrar e inmediatamente hacerse cargo de la zaga. Por otro lado, Ochoa fue requerido en más de una ocasión, lo que no deja de brindar portentos de atajadas pero que también habla de otra cosa: la defensiva aún sigue permitiendo disparos a gol. Cierto que el Ámérica ayer fue sumamente efectivo (un tiro convertido en gol, una anotación legal anulada a Cabañas, Ochoa deteniendo un penal), sobretodo si consideramos que el Morelia llegó constantemente y no logró concretar. Pero la defensa sigue siendo el pendiente. Me alegra un poco pensar que es el único pendiente, creo.
Mi pronóstico: América Campeón.

* De última hora, en la página de las Águilas, muy pero muy lamentablemente, se lee:
"Comunicado de prensa
Se confirma lesión de nuestro jugador Federico Insúa; será operado en Buenos Aires."
Un servidor, evidentemente preocupado, lamenta el hecho.


Sofocado desde el inicio

Hoy por la mañana vi, mientras desayunaba pescado, un comercial creo que de bicicletas. El slogan era contundente y no permitía medias tintas: "Vivir es mi deporte". Me pregunto si habrá varios que, como yo, se sofocan apenas comienzan a trotar levemente alrededor del campo y después no pueden realmente jugar. También recuerdo que existen otros deportes como el ajedrez, aunque casi nunca levanta mucha expectativa. Es emocionante, eso sí, ver cómo de repente uno de los dos jugadores, en una impasibilidad ejemplar, alarga un brazo, mueve una pieza y detiene el reloj. Vivir, en efecto, es un deporte.


Comunidad Autónoma

El miércoles pasado vi en un noticiero de canal 7 que hay un "municipio autónomo" en Tapachula, Chiapas. Dicen no necesitar nada de afuera, 'tienen lo que necesitan'. Sin embargo, lo que propició la nota fue que no pagan la electricidad que consumen. Lo que es más, advierten que no la pagarán hasta que se les dé un precio especial "por ser pobres". También decían que no le permiten el paso a nadie sin identificación, la cual me imagino retendrán en la entrada del poblado. Inmediatamente estallé en cólera (rebasó, por mucho, la noticia del gobernador de Veracruz que se sacó la lotería). Podía imaginarme el gesto de odio de sus habitantes en el retén de la entrada, de una hostilidad brutal y, tal vez, rechazando el idioma español (más específicamente, al intruso que lo habla). Miran con recelo, escupen en la cara de aquel que les tiene lástima, sin embargo, exigen piedad. La piden a gritos. Como parte de un orgullo que comienza a revestir a la empresa de la autonomía, demandan un trato especial de parte de la compañía de electricidad. Mientras, el orgullo crece. La raza, la economía, la lengua son motivos de orgullo. También son, lo han sufrido en carne propia, motivos de vergüenza. Ahora ostentan un rencor basado en el reconocimiento de todas estas debilidades, potenciándolas. El problema real, (obviando el legal: no pagar la energía eléctrica) es claro aunque muy difuso: Son personas evidentemente pobres que se declaran en el punto más bajo de una lógica paternalista, exigiendo aquello que les corresponde; saben qué les corresponde, han hecho una relación de todo aquello que no tienen. Es un razonamiento simple pero práctico. Cualquiera que quiera entrar seguro los desprecia por su pobreza y su raza, ha de tener más dinero que ellos y muy probablemente quiere robarles y violar a sus mujeres. El orgullo, en este caso, no deja de serlo aún cuando aparezca como consecuencia de un sentimiento más cercano a la venganza que a la autoafirmación. También es cierto que ese día estaba un poco alterado.

Más o menos en la misma tónica me encontré este texto. Bendito sea internet y el free publishing, bendito sea también el sentido común de todos los lectores de este blog, gente lista y letrada, que pueden obviar cualquier tentativa de tildar de racista a un servidor. El autor se me fue, es algo así como un sociólogo belga:

"¿Qué le queda a Cuba sino sus cuerpos atléticos y su baile? Absolutamente nada. Aún siendo un verdadero ejemplo mundial en medicina y atletismo eso importa muy poco cuando se habla en términos meramente turísticos, exóticos. La imagen que se importa del cubano es la de un animal del amor y el cortejo, evidentemente, una bestia en el sexo, con un pene enorme. Sus mujeres, mulatas de carnes firmes. Mayoritariamente prostitutas. Esa es la tarjeta postal que se maneja. Importada o producida desde aquí, en el fondo, no dejamos de ser animales, de desearlo con todas nuestras fuerzas. ¿Cuál es el valor mercantil de un negro actualmente? El de una máquina sexual, semibrutos de habla confusa dedicados al cortejo, con un pene descomunal. También inventaron el jazz".


Seguridad no necesaria

¿Qué pasa con el mundo cuando hay personas que bloquean el perfil de su hi5 y no te dejan verlo a menos que seas su contacto? ¿O los que no permiten que nadie publique en su blog sin previa revisión del comentario? Me enerva la creencia ridícula de que pueden hacerte daño con que permitas tan sólo un mínimo de información vía internet. Nadie conserva tanto interés, no te van a matar si dejas que pueda verse tu e-mail. Recuerdo cuando mi amor platónico aún rondaba por mi escuela. Despedazaba con absoluta concentración un sobre en el que podía leerse su dirección y su nombre. Cuando le preguntaba qué hacía me comentaba que su madre le había recomendado siempre que eliminara cualquier rastro de información personal, por pequeño que fuera. Esto no era lo que me llamaba la atención, por supuesto que si tiras un sobre con todos tus datos por el exterior eso tal vez habla de una leve desconcentración, sino los motivos que ella consideraba para hacerlo: "no, quién sabe que te vayan a hacer". Otros casos no te hacen reflexionar sobre la seguridad virtual en la actualidad, sino en cómo y por qué eres, de corazón, una mala persona, como un blog al que un día, por mera casualidad, entré. La propietaria, una chica dedicada al blog del tipo "chistosón-semi azotado 'porque soy mujer'" ostentaba el dominio de ciertas palabras que, muy probablemente, le parecían groserías en su medio. No permitía la publicación de comentarios sin su aprobación, además de incluir la palabra verificadora. De todos modos, me habría abstenido de comentar nada. En este tono gracioso de posts, ponía una foto de su hi5 (la pantalla con su foto, sus contactos y otros datos) en donde se empeñó en colocar un recuadro negro sobre varios datos de "vital importancia", como la dirección de la página. Sólo por fomentar mi capacidad de enojarme por nada y perder el tiempo, dediqué el ocio de unos cuantos minutos a buscarla. La chica, obsesionada en ocultar cualquier trivialidad que pudiera resultar privada olvidó tapar su edad, con eso y su nombre encontrarla era cosa de nada. En efecto, allí estaba, y cosa rara, no bloqueaba su perfil, sin embargo se tomaba las precauciones necesarias para que ningún desconocido indeseable pretendiera dirigirle la palabra. Advertía, en la sección de intereses, que no la agregaras si no la conocías, que le daba muchísima hueva eliminar gente que no conocía 'a cada rato'. Había en sus palabras y el tono de sus avisos un dejo de grandilocuencia y una autoestima saludable. Un verdadero asco. La chica, está mal decirlo, era sustancialmente fea y gorda (y una cosa no implica la otra, claro), emanaba que era una mala persona por los poros. Sus fotos no estaban restringidas. Perdí el interés y cerré el explorer, el hi5 es irrelevante de todos modos.
Valga la oportunidad para condenar a aquellos que:
-ocultan el más mínimo dejo de información "vital" por terror informático.
-restringen los comentarios.
-usan la palabra verificadora.
-se toman esto en serio.
-hacen lo que yo.
Por supuesto, este blog, bastión de los posts autorreferentes y aburridos, sin fotos ni videos de youtube, aprecia su sentir.



por último, uno siempre encuentra sabiduría donde sabe que la hay:


We all hope
to signal kin
days of gold
now rain on tin
gather round
gather friends
never fear
never again
(Sonic Youth, Rain on tin, Murray Street, Geffen, 2002)