18 jul 2008

confusion is next

Kill yr idols
Sonic death
It’s the end of the world
And confusion is next

Sonic Youth / Kill Yr Idols / Confusion is Sex / Geffen / 1983

La capacidad de asombro es una cualidad curiosa, un tema complejo. Platicaba hace una semana, casi acaloradamente, sobre que me resulta casi imposible imaginar un futuro más complicado que el presente, sobretodo cuando el futuro y el presente se miden por los gadgets y las prisas y los cuerpos que se apretujan. Por ejemplo, y de esto ya he comentado antes con insistencia: la llegada del celular a la vida humana es un punto brutal, despiadado. Piénsenlo, el celular llegó, se inventó esa necesidad de estar eternamente disponible y desde entonces y hasta que el sol explote y el mundo deje de existir no dejará de hacer acto de presencia. Cuando los cataclismos aparezcan las líneas se van a saturar y el sistema se vendrá abajo. Hace diez años, los celulares eran tabiques, hoy día se ha rebasado la necesidad de empequeñecerlos (los modelos más pequeños han cedido terreno a modelos más completos y atractivos, digamos compactos) y las variaciones son la moneda de cambio obligatoria. En serio, no sé, pero se me hace monstruoso, los celulares nunca jamás van a desaparecer, dentro de cien años los libros contaran de cómo algunas personas reacias al cambio, temerosas del porvenir, se oponían a la comunicación o se mostraban en plena desconfianza. No puedo imaginarme un celular en el 2018, cuando tenga treinta y cinco años. Por ejemplo, y este ejemplo estúpido lo usé el día de hoy, digamos que el objetivo, la misión de la humanidad desde que empezó a ser humanidad, fuera crear un dispositivo para escuchar música. Con el paso del tiempo se inventan maneras de que la música pueda repetirse y ensayarse, es decir, música escrita, luego se llega a cajas de música, tocadiscos de manivela, tocadiscos eléctricos, después modulares con radio y casete, después la revolución de los walkman (lo que implicó llevar la música a todas partes) prepara el terreno a los discman, y eventualmente, tras algunos balbuceos con reproductores de mp3 heterogéneos y de aspecto raro se llega al non plus ultra: el ipod. Mi consternación es: ¿qué sigue del ipod? Sí, llegarán procesadores que hagan que puedas escuchar hasta la fibra del arco del violín y las últimas notas de un sintetizador (se podrá escuchar todo eso, si, pero sabemos que no es necesario), llegarán cd’s más pequeños, con capacidades brutales; quizá los ipods del futuro tengan capacidad para cinco microcd’s que puedan albergar, entre todos, un millón de horas de música, sí, está bien, pero qué cosa puede ser más portátil y práctica que un bloque de algunos centímetros en el que deslices los dedos para escoger canción. Alguna vez vi, con cierta ternura despectiva, cómo uno podía tocar la pantalla de un ipod y semejar movimientos de la vida real para pasar de archivo a archivo (por ejemplo, el movimiento que uno hace al buscar entre varias hojas, o cuando pasas tarjetas entre tus manos para cambiar de disco en reproducción). Quizá los próximos reproductores de mp3 serán pulseras con un electrodo insertado en el dorso de la mano que simula los movimientos de los dedos y escoges discos sin la necesidad de una pantalla, o un microproyector en el electrodo que proyecta sobre la palma de tu mano y allí tocas y escoges los discos. No sé, pero espero ser claro: se ha llegado muy lejos, al grado de que no me imagino lo que sigue. Siento que todos presienten que el mundo se va a acabar pronto. Asimov decía que en el futuro tendríamos todos los medios para poder comunicarnos sin importar distancias ni traslados, pero que, tristemente, no tendríamos nada qué decir. ¿Qué de novedoso podrá tener un ipod en el 2025, un celular en el 2099?, ¿qué opciones tendrán las páginas personales (hi5, myspace, facebook) en el 2059? Chat directo, miles de indirectas electrónicas animadas para decirle al otro que te agrada, sea esto cierto o no. Platicaba vía messenger con Sirako que si el mundo tuviera emoticones para la vida real las pláticas serían más sinceras, pero al mismo tiempo increíblemente hipócritas. Estás hablando con alguien y le muestras un guiño, de repente un rostro enojado. De repente uno de los dos besa al otro intempestivamente y hay un silencio insoportable, ahí alguien echaría a correr. Por alguna razón creo que en el futuro las páginas personales desaparecerán porque el mundo será más huraño, mucho muy huraño, habrá gruñidos, todos los perfiles estarán bloqueados. Los ipods me dan una desconfianza monumental porque siento que son uno de los primeros indicios de que ahora todo el mundo tiene prisa. Sí a la urgencia, no a la prisa, les digo. Según Wikipedia, un servidor pertenece a la Generación Y, que le tocaron los cambios tecnológicos y el internet y así. No podría sentirme más desapegado en esos términos, en verdad (a mis dieciséis pensaba que era de la Generación X y hasta la fecha me gustaría seguirlo creyendo). Sólo digo que los ipods parecen bordear el precipicio peligrosamente, los celulares también, los dueños del mundo suben los precios rápidamente porque no pretenden dejarles nada a sus hijos, ni herencia ni decisiones qué tomar, y sienten que deben estar allí para cuando todo se decida. Como que todo el mundo siente que algo se va a terminar. Por supuesto que voy a citar a Michel Houellebecq: “La publicidad fracasa, las depresiones se multiplican, el desarraigo se acentúa…sigue perfeccionando medios de desplazamiento para seres que no tienen ningún sitio adonde ir porque no están cómodos en ninguna parte; sigue desarrollando medios de comunicación para seres que ya no tienen nada que decir; sigue facilitando las posibilidades de interacción entre seres que ya no tienen ganas de entablar relación con nadie”. Si las variaciones son el futuro entonces los gestos más simples y espontáneos serán erradicados. Desde que era niño me sorprendía la capacidad renovadora de la creación, es decir, cómo pueden crearse cosas nuevas sin que algo se repita. Pensaba en cómo era muy difícil que llegara el día en que todas las canciones se hayan escrito, en que todas las melodías se hayan hecho y no quede nada que tocar. Por catastrófico que pueda sonar, siento que ahora el objetivo es llegar a esa saturación, un Writer’s Block universal, de toda la humanidad, en un tono general en el que se puedan controlar los actos. El mundo estará contigo, lo tendrás pegado en la piel, será como ese amigo que sabe perfectamente qué vas a decir y qué estás pensando y qué vas a hacer y cómo vas a reaccionar y qué movimientos vas a hacer. La noción de voluntad cambiará, forzosamente, por una menos violenta. Junto con la adolescencia, un dejo (justificado o no) de rebeldía acompañaba al chico de diecisiete años. Ya no hace falta.



A la mierda tu ipod, a la mierda tu palm, a la mierda tus tenis converse, a la mierda el myspace de tu banda indie, a la mierda tu celular ruidoso, a la mierda tu competencia.



Podría hacer un link, pero las siguientes líneas de wikipedia me obligaron a copiarlas:

The term yuppie (short for "young urban professional" or "young upwardly-mobile professional") refers to a market segment whose consumers are characterized as self-reliant, financially secure individualists.

Critics believe that the demand for "instant executives" has led some young climbers to confuse change with growth. One New York consultant comments, "Many executives in their 20s and 30s have been so busy job-hopping that they've never developed their skills. They're apt to suffer a sudden loss of career impetus and go into a power stall."

En Plataforma, Michel Houellebecq describe a esta clase de jóvenes como gente que pretende hacerse millonaria antes de los treinta años. Una vez hace unos años, mientras estacionábamos el coche, Mario Flores, su señora y yo, frente a un edificio colosal en La Herradura en donde habría una fiesta de gente del ITAM, ella comentaba de un amigo suyo que a sus 24 o 25 años ya tenía un sueldo de cuatro ceros o algo así, además de un minicooper. Hubo un momento en esa fiesta en que el Mario Flores y yo notamos con cierta extrañeza cómo algunas chicas dejaban sus bolsas en las mesas con impunidad, sin recelo. Él lo comentó primero y le dije: “Mario, piénsalo, aquí los más peligrosos somos tú y yo”, pero claro que no nos hemos robado una bolsa de nadie (yo un libro una vez, pero lo estaba pidiendo a gritos), sólo lo mencionábamos, sugeríamos la posibilidad por pura diversión. El miércoles platicando con Ruy en el Covadonga, donde nos encontramos por mera coincidencia, yo le decía lo de la otra vez, que todos tenemos una etapa de nuestra vida donde los discos que uno siempre leva en el porta cd’s (estoy hablando de la era pre-ipod) eran las recopilaciones de Jazz de Ken Burns y los discos baratos de Ornette Coleman y Charlie Mingus. Él me comentaba cómo ese interés por descubrir cosas nuevas se va muriendo con la edad, uno se hace viejo en poco tiempo, se queja de que en el trabajo todo es horrible y trata de destramparse como si ya estuviera acabado y apenas tienes 25 años. Mientras bebía mi XX Lager en ese bar en Guadalajara y veía a todos esos yuppies con sus latas de un litro, pensaba en esto. Hay un momento muy fuerte en Generación X de Coupland: en él, una de las protagonistas trata de huir de un yuppie con quien acaba de romper y este le increpa: “Vete al infierno, Claire. Vete a la porra con tus aires de superioridad. Todos somos perros falderos; y yo sólo quiero saber quién me acaricia. Pero óyeme bien…si hay más como tú que deciden no participar en el juego, a la gente como yo le resultará más fácil ganar”. Recuerdo que en 1998, cuando comenzaba la moda del momento, a saber, camiseta con una franja horizontal a todo lo ancho, mochila de una sola asa en diagonal, pelo corto parado hacia atrás con un fleco ridículo, pantalones kakis, la idea de que esta gente fuera a adueñarse del mundo del futuro me parecía abominable. Ahora creo que los ejecutivos del futuro se destramparán escuchando sus ipods mientras beben café de máquina recargados contra el mueble donde está, y debajo de la camisa llevarán una playera negra, por la noche llegarán a casa cansados y verán una serie en DVD, luego se meterán a internet para revisar horarios de cines porque planean ir el viernes, estarán seguros de que lo tienen merecido por tanto trabajar.



We’re gonna kill the California girls
We’re gonna fire the exploding load
in the milkmaid maidenhead
we’re gonna find the meaning of feeling good
and we’re gonna stay there as long as we think we should
mystery train
three way plane
expressway to yr skull

Sonic Youth / The Crucifixion of Sean Penn / EVOL / Geffen / 1986



A cada rato les hablo del greñas, y por primera vez comentó aquí, haciendo un reto público:
Te reto a escribir una entrada en 10 renglones, seguro no puedes y te tiemblan las piernas... popotitos...
Próximo post: diez renglones, Greñaldo.


Y mando saludos y disculpas a todos desde aquí. Ah, y el dibujito es mío.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema de todo, o casi todo, es que el ser humano siempre piensa en el porvenir. Más, tratandose de relaciones humanas...

Es verdad eso de los celulares, el mio lleva dos dias sin servir y ya recibo por otros medios -ja, tu nombrada necesidad de estar eternamente disponible- reclamos... Eso me hace pensar seriamente en dejar que se muera.

Mi vida social se ha visto notablemente reducida a los individuos de internet. Y si bien han pasado al plano material, el hecho de que salieron de un codigo binario impalpable, esta implicito de por vida. Eso tambien podria explicar por que cada vez tengo menos que decir. Eso, y la depresion por otras causas, que me llevo a aislarme de casi todo y todos.

En general, lo que acabas de escribir tiene tanto sentido, que de pronto entiendo por que ni una sola persona de las que me rodean, carecen de un profundo desapego hacia todo.

Soy un señor amargado.

Octopus Queque dijo...

Amo tanto su blog, monsieur Bob. Me parece genial ver tanta realidad (aunque, a la vez, terrorífico. Siempre da miedo ver tanta realidad). El otro día me tocó ir a una fiesta donde una chica estaba ansiosa de que pusieran las rolas de su ipod. Me dije, ugh. Ni eran tan buenas ni al pedo, de todos modos me fui temprano, para qué refunfuñar. Yo por eso soy bien quinceañera y uso mi ipod para la casa y ambientar el cuarto, que veces está bien triste (adolescencia mood ON). He ido a fiestas donde la gente se queja de que no hay internet inalámbrico. (Qué carajos?). En fin, todo un mundo. Pero, me doy cuenta de lo que escribe monsieur Bob, estaaaan cierto. A veces, me cuesta mucho trabajo decir lo que pienso en vivo, pero en msn, por ejemplo, es otro asunto. Supongo que la era tecnológica no sólo nos hace más huraños, nos hace más cobardes a enfrentarnos a la realidad (quihubo).

Brbrbrbr.

Saluditos y un besote tronadísimo! *Smuack*

Guillermo N. A. dijo...

Hola, hola...

de acuerdísimo con "Su majestad"... es peligrosamente más fácil expresarse aquí que en la vida real (siempre hago con recelo esta diferencia porque esto es tan real como lo "real", e incluso, debido a esa facilidad, más... y si a fin de cuentas no son iguales... digo... uno ¿es o no el mismo?... entonces ya no sé...)

Por lo demás, tengo la idea de que estamos globalizando la cultura de la individualización y el aislamiento... por más comunicados que como nunca podemos estar... y el valor más importante esta siendo "ser feliz"... yo... a como de lugar y caiga quien caiga... soy fatalista y creo que esto nos está llevando a un punto sin salida y sin retorno... pero quizás sólo estoy envejeciendo... jejeje...

Saludos Bob...

Anónimo dijo...

bob a la mierda!! jaja
esa es la actitud de hoy en día que nos sacara de este mundo de tercera fanatico de la valentina!!

a la mierda ahh jajaj esta es la actitudd

con amor adios

O.M.A.R. dijo...

Ya había yo pensado algo parecido a tu versión del apocalipsis (aunque mucho menos elaborado).
¿Cuando vas a prestarme ese libro?

Anónimo dijo...

No sé, pero la mención de los converse en ese furibundo párrafo me pareció excesiva. Digo, algún valor habría que darles si con respecto al ipod o a los celulares son de una era viejísima. Por lo demás, de acuerdo, nos estamos creando necesidades que a su vez crean mundos tan paralelos y maníacos como el de la publicidad. Saludos, amigo Bob.

finísima persona dijo...

no me permito creer en el apocalipsis, no creo en las teorías antropocentralistas, me paso por el arco del triunfo a todas las religiones pero creo que tienes varios puntos válidos

los yuppies me parecen ridículos pero yo tambien tengo un ipod

que si se dessarrollan? para qué, lo único útil es tener toda tu música siempre a la mano.
el itouch es un juguete de lo más innecesario, al que no le cabe toda mi música


ya, me odio por consumista, pero amo a mi ipod (que todavía no puedo estrenar, porque mi sistema operativo no aguanta la mamonería de tan actualizado aparatejo)

finísima persona dijo...

por cierto, ya salió el flyer de la expo

http://losinquilinos.blogspot.com

Ruy Guka dijo...

Bob, favor de comunicarse urgentemente a mi teléfono. O dame tu teléfono o mándame un mail o algo. Necesito verte con urgencia para hacer un proyecto urgente.
Grazie.

sirako dijo...

no te comenté el post!!! caray, se me hizo muy muy bueno. tengo miedo, yo me resisto a ipodear pero soy un bajador compulsivo de música. estamos hechos para el desgaste y el consumo a lo bestia.

Cy dijo...

Yo, después de leer cosas como estas me digo: "al menos no eres la única que lo cree así y lo siente mucho". Pero ¿alguien aquí está dispuesto a hacer algo para que no suceda?... Además me recuerda a la película de Wall.e donde se muestra un futuro incierto pero autodestructivo. Y pienso después en que a pesar de que a mi también me gustaría considerarme dentro de la generación X, sé que estoy en un punto entre ésta y la Y . Y eso es muy extraño. En este momento carezco de tiempo y capacidad de abstracción, quizá luego escriba un post al respecto. Quizá. Pero la verdad es que el mundo esta jodido en más de un sentido. Va más allá del iPod del vecino o del celular que vibra cerca de nuestros cuerpos.

Cy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
C. De La O dijo...

No se si sea esa cosa de no adaptarse o creer fervientemente en lo que uno es.

Cuando vengo acá y me encuentro con esto, pues recuerdo lo segundo y sonrio.

Y quiero pegarle a alguien.

Mario Vela dijo...

soy de la generación del consumismo
debo confesar que he pensado que antes de tener 30 debo tener una buena vida, esque no se siento que lo vez en todos lados, mi maestro de filosofia lo llama american way of life.

la tecnologia es un arma que nos acerca cada vez a la autodestrucción, de hecho no soy muy fan a lo unico que aspiro es a un ipod, lo hago desde hace 3 años, aunque siento que deberia de tenerle miedo, la mayoria de las personas no son muy buenas para manetener relaciones, de hecho es algo dificil en persona, normalmente creo que esto deberia de servir para conocer mas ya sabes, pero la mayoria de las paginas nos tienen fundamento son algo extraño.

creo que el dia que planteas llegara cuando en la compra de tus zucaritas te regalen un usb.


gracias por su visión apocaliptica del mañana



saludos!!!

sirako dijo...

hace poco, en la compra de tres cajitas de malboro te daban una memoria usb, la mía tronó a la primera pero he visto unas que todavía dan lata.

Cy dijo...

Chíngale. Entonces ya empezó a suceder... Debo tomar como un no el silencio a mi pregunta anterior de ¿alguien aquí está dispuesto a hacer algo para que no suceda? Ahí tienen a Joseph Stam "mantener relaciones, de hecho es algo dificil en persona"...

eLeNa fLores dijo...

bob adorado,
pues sí, es fuerte esto de la tecnologia. dimelo a mi, que debo activar mi blackberry y estar TOOOOOOOOOOODDDDDDDDDOOOOOOOOOOO el tiempo conectada. chaz!

mientras leí tu post, uno de los ejecutivos de cuenta, recibió una llamada. yo nada chismosa, el que esta aqui. empezo a decirle ¡oh que gusto de volverte a... oir!bla, bla, es que estaba en facebook, casi nunca me meto (aja) y vi tu foto y entonces blablabla. ahora las historia de amor serán diferentes. ya nada de que el destino lo decida, uno lo decide y le habla o le pica a la foto y entonces eso de no me dejo su: mail, telefono, bla es pura mentira, pues si le buscas, te encuentras con quien buscas. es fuerte, no? ya ni el amor esta en manos del destino.

un beso

Poala dijo...

El número 10 de Amelia’s te regala un usb y este año los alumnos que entren al Tec les van a regalar un blackberry con servicio gratis por un año. La tecnología nos come a grandes mordidas.
Yo creo que eso del consumismo lo puedes ignorar de manera personal por un mes, dejas de suspirar por estupideces y así, pero al otro vas a querer comprarte una cámara nueva. Las cosas se irán haciendo más pro, va a salir más tenis ltd, laps con más capacidad, más música que se repite and so on. La gente va a seguir comprando y creyendo que antes de los 30 aparte de millonarios serán rockstars o saldrán en Cobrasnake. En realidad no le veo un final.
El caso esta en leer tu discurso a la mierda, que es la misma onda que el de Tyler Durden, todos los días cada mañana, así renuevas espíritu y sales con una actitud kick ass al mundo a gritar You’re not your fuckin khakis, por lo menos hasta el siguiente mes.

envoltorio dijo...

Para mi lo más aterrorizante de este asunto, con veinte años de edad, es el hecho de que no siempre soy consciente de que esta hambre es fabricada. El nivel de hiperconsumo ya ha sobrepasado los bienes materiales (no los ha excluido pero los ha sobrepasado) mi generación codicia vorazmente experiencias y acitudes ajenas que le han sido restregadas desde la cuna. El vacío de la pobreza ya es interior. sin darme cuenta la mayor parte del tiempo vivo insatisfecho y me atiborro de canciones, tengo 10691 diferentes en el ipod, alguna me tiene que hacer sentir algo, lo que sea. codicio el amor, codicio la sensación de libertad, codicio la diversión, codicio la tranquilidad y codicio la satisfacción. Y la mayor parte del tiempo no me doy cuenta.

el mejor post que he leido en varios meses.

Cy dijo...

Acabo de leer a envoltorio y eso despertó algo en mí. Como un miedo, como una alerta (para eso sirve el miedo a fin de cuentas).
Dice tener 20 años y pareciera que el está padeciendo lo mismo que yo sentí cuando tenía 20. Pero en su caso suena más drástico, como si fuera empeorando esa 'sensación'. Debe ser porque los medios masivos de comunicación están creciendo a un paso tan veloz que es casi imperceptible al ojo común. Lo que me pareció muy interesante es esa manera de codiciar (y consumir) música. Me parece que es casi como una urgencia... A los 21 sentí esa urgencia pero me asustó empezar a sentir una especia de saturación 'auditiva' y puse un freno. Es algo que te puede llevar al vacío. De pronto, empezar a sentir que ya ni siquiera la música (que es fue creada en un inicio como una manera de curar el espítiru)ya no es suficiente. Y eso quizá sea sóo el principio de cómo podemos ser 'manipulados', una debiliadad psicológica-espiritual, si es que existe algo así, y es que quizá hay que tener pensamientos más profundos, tratar de comprender lo que nos rodea, auqneu sea empezar por comprender una canción, ya no digamos "10691 diferentes". Comprender y discernir entre lo que puede beneficiarnos y lo que nos hundiría más. La música es poderosa, pero ahora comprendo que, como todo, tiene su lado peligroso...

Anónimo dijo...

Ja!
Y pensar que cuando realmente tienes billete ni se te ocurre pensar estas chorradas....